Cartas a Samuel

¿Qué si le habría dejado mi hija a “una esquizofrénica”? Por supuesto que no. Pero se la dejé a Norma. La enfermedad que esta padecía afectaba a su cerebro, pero su alma estaba intacta.

Así Daniel Gottlieb intenta enseñarle a su nieto Samuel sobre el poder negativo de etiquetar personas, ya sea por una condición de salud o una elección de vida. Y habla con propiedad, no solo por verse obligado a etiquetar pacientes en su profesión de psicólogo, sino por ser constantemente tratado como el de la silla de ruedas. A los 33 años y con dos hijas pequeñas, un accidente de tránsito lo paralizó del cuello hacia abajo, adentrándolo en el mundo de la vulnerabilidad de requerir ayuda para bañarse y no poder vestirse solo. Con este panorama, y una vida de enseñanzas afronta el nacimiento de su nieto listo para generar este vínculo tan especial. Pero el objetivo se aleja cuando a los dos años Samuel es diagnosticado con autismo y sus capacidades comunicacionales disminuyen. Gottileb seguía, sin embargo teniendo años de enseñanzas para transmitir, por lo que eligió escribirlas en cartas. Así, cada capítulo es una carta nueva, donde se habla del amor, del dolor, las dificultades y la capacidad de pedir ayuda.

Cartas a Samuel es un libro que puede entrar (y probablemente entra) en los estantes de autoayuda, pero hay algo que lo hace diferente. En este libro no hay ni fórmulas, ni caminos para vivir, sino que hay un camino ya recorrido y uno que está por comenzar, pero que tienen algo en común además de la discapacidad como protagonista. Son caminos humanos, reales y vivenciales, relatados con esa ternura que solo un abuelo puede tener al hablar con su nieto.

 

P.D. En la unión de estos dos caminos la enseñanza es recíproca, por lo que luego del éxito de Cartas a Samuel, Daniel Gottlieb publicó Las Enseñanzas de Samuel, donde expone todo lo que en estos años ha aprendido de su nieto y su particular forma de ver y vivir el mundo.



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