Nodos Ambientales Participativos Un espacio en construcción

En el 2015 el presidente de la república, Dr. Tabaré Vázquez, convocó a toda la sociedad uruguaya a un Diálogo Social, bajo la consigna de “pensar juntos el Uruguay del futuro”. La modalidad propuesta para el diálogo fue la implementación de mesas temáticas, en las cuales organizaciones de todo tipo pudieran presentar propuestas orientadas al desarrollo del país y de su gente.

En este marco, el Cardenal Daniel Sturla, Arzobispo de Montevideo, junto con la Asociación Uruguaya de Educación Católica y la Universidad Católica del Uruguay, convocaron a un grupo de personas, mayoritariamente laicas, para formar equipos de trabajo con el objetivo de elaborar propuestas desde la comunidad católica, en cinco áreas: Educación, Convivencia Ciudadana, Género y Generaciones, Trabajo, Medio Ambiente. Estos equipos, apoyados por Cecilia Zaffaroni en el rol de facilitadora, presentaron doce propuestas a las mesas del Diálogo Social que funcionaron en el 2016.

En el tema Medio Ambiente, trabajaron María José González, Silvia Bentancur, Rafael Terra y Mauricio Passeggi. La propuesta, presentada bajo el título Nodos Ambientales Participativos, busca promover la corresponsabilidad ambiental y fortalecer la integración social mediante el respaldo y la articulación de procesos comunitarios, orientados a la educación ambiental y al consumo responsable, apoyados en actividades concretas, tales como la realización de huertas orgánicas y la clasificación de materiales reciclables. Se propone articular las fortalezas ya desarrolladas por las organizaciones de la sociedad civil orientadas al reciclaje de residuos y a la agroecología, para lograr el mayor potencial del proyecto.

Considerando la buena recepción que tuvo la propuesta en las mesas del Diálogo Social, Cristianos en Red propuso al Arzobispo y al equipo proponente invitar a las organizaciones de la sociedad civil sensibilizadas con la temática para avanzar en la elaboración del proyecto con el fin de concretar su implementación.

La invitación fue aceptada por unas veinte organizaciones muy heterogéneas: ONGs ambientalistas, organizaciones religiosas de diversos credos, organizaciones educativas, grupos académicos de varios centros universitarios y por el sindicato de los clasificadores de residuos (UCRUS).

En sucesivas reuniones realizadas en la sede de CEDIDOSC (Centro de Estudio y Difusión de la Doctrina Social Cristiana), luego de presentar la propuesta, las organizaciones participantes compartieron sus experiencias en agroecología, clasificación y reciclaje de residuos, y educación ambiental. Finalmente, para avanzar en la elaboración del proyecto, referentes de diversas organizaciones se integraron en equipos de trabajo para aportar su experiencia a una construcción respaldada por la diversidad de saberes.

En paralelo se lanzó un relevamiento de organizaciones comunitarias interesadas en participar de este proyecto en su primera etapa de implementación. Las respuestas no se hicieron esperar, lo cual nos anima a seguir trabajando en esta iniciativa, inspirada en el llamado del Papa Francisco en su Encíclica Laudato Si,  a unir a toda la familia humana para proteger nuestra casa común, en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral (LS13).